DECÁLOGO DEL BUEN AUTOCARAVANISTA
1. La utilización de la autocaravana supone el respeto a las normas de circulación en marcha y a las de buena vecindad en parada.
2. Al aparcar evitar que la autocaravana obstaculice el tráfico y la vista de cualquier actividad comercial o monumento, sobre todo en los centros históricos de las ciudades.
3. En ciudades, aparcamientos y lugares no apropiados, abstenerse de ocupar el espacio exterior del vehículo con nuestros enseres y elementos de acampada.
4. La evacuación de aguas grises deberá hacerse siempre en los lugares destinados para tal uso y no dejar abierta la llave de desagüe durante la marcha.
5. La evacuación de aguas negras deberá hacerse siempre en los lugares destinados a tal fin.
6. Para la pernocta utilizar, siempre que ello sea posible, las áreas destinadas a tal uso. Cuando no sea posible, habrá que respetar la señalización existente, así como las zonas protegidas.
7. Al circular evitar el agrupamiento y facilitar los adelantamientos.
8. Custodiar a los animales domésticos evitando que molesten a los demás.
9. Reprender las actitudes negativas de otros autocaravanistas, haciéndoles ver que con su actitud lo único que consiguen es dañar la buena imagen del colectivo.
10. Mantener en todo momento trato cordial con los vecinos de los pueblos que visitamos, haciéndoles ver que somos un colectivo que les aporta riqueza y que difundimos el nombre de las ciudades donde somos bien recibidos.
Con estas reglas y utilizando el sentido común, el autocaravanista no produce ningún tipo de impacto ambiental en su entorno. Nos interesa mucho más dejar todo en perfecto estado para poder volver en otra ocasión sin temor a ser sancionados o expulsados del sitio.