48 horas ha tardado el Ayuntamiento de Palma en habilitar un espacio para autocaravanistas después de la denuncia publicada por mallorcadiario.com sobre la carencia de servicios para este tipo de visitantes. Emaya ha abierto un punto de servicios para autocaravanas en el parque verde de Son Castelló con el que se pretende paliar la inexistencia de emplazamientos de este tipo que hasta ahora había en Mallorca. Los autocaravanistas dispondrán, entre otros, de servicios de saneamiento y agua corriente desde las ocho de la mañana a las ocho de la tarde.
La decisión de Cort ha sido aplaudida por la asociación que agrupa a este tipo de viajeros en Baleares, quienes hasta ahora únicamente disponían de un área de servicios para autocaravanas en el municipio de Son Servera, considerablemente alejado de Palma.
Es justo atender las demandas de este tipo de viajeros. Queda claro que no se trata de un tipo de turismo que deba fomentarse de forma masiva en Baleares, cuyos parámetros turísticos se sitúan en niveles que pretenden captar cada vez más a un turista de mayor poder adquisitivo. Pero una comunidad como esta -con un potencial turístico que la convierte en líder-, también tiene que poder ofrecer alternativas como la que representan los autocaravanistas. Y especialmente, cuando se trata de una demanda social planteada por los usuarios durante años a todas las administraciones implicadas, sobre todo a los ayuntamientos.
La reacción municipal que ha puesto en marcha la concejal Neus Truyol ha sido ágil en el tiempo y eficaz en la forma. Una reacción rápida a lo que los autocaravanistas denunciaban a mallorcadiario.com dos días antes. Un acierto que hay que reconocer.
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