La agrupación de electores Santoñeses, a través de su concejal Jesús Gullart, ha registrado en el Ayuntamiento una propuesta para la creación de un área de servicio y estacionamiento de autocaravanas en el municipio. En concreto, Santoñeses, plantea al equipo de gobierno la habilitación de un área de servicio para autocaravanas en un lugar donde éstas pueden vaciar sus depósitos de aguas grises y negras y llenar también el depósito de agua potable, además de posibilitar la pernoctación por un tiempo limitado. La permanencia en dicha zona debe ser de un máximo de 48-72 horas. Las largas estancias, como siempre, deberán realizarse en los campings.
De igual forma, esta agrupación propone la creación de una ordenanza municipal a tal efecto para la regulación de la zona acotada para dicho uso, en la que se recojan las características, costes, servicios, y sanciones en el caso de incumplirse las normas al respecto.
El concejal de Santoñeses, Jesús Gullart,explica que hay que considerar la autocaravana como una actividad turística relevante debido a su triple función: generadora de ingresos, promotora de infraestructuras, y de desarrollo de zonas infravaloradas en el aspecto turístico.
Gullart defiende que esta medida alargaría la temporada turística en la villa y contribuiría a la desestacionalización
Sostiene que sería interesante en una población como Santoña, la creación de un área de servicios para estos vehículos ya que permitirá «la extensión de la temporada turística contribuyendo a la desestacionalización de la actividad turística local». Contribuirá, dice, a la difusión del patrimonio histórico, cultural, paisajístico, gastronómico, etc y potenciará el comercio local (alimentación, restauración, servicios, etc.).
Igualmente, señala que a los pequeños municipios con déficit de plazas hoteleras, como es el caso de Santoña, les ayuda a aumentar su capacidad sin tener que crear nuevas infraestructuras. Gullart también lo ve como una oportunidad para la creación de puestos de trabajo en las áreas de acogida y para mejorar notablemente la imagen turística de la villa. En este sentido, alude a que la puesta en marcha de una nueva área viene acompaña de «reseñas en todas las revistas especializadas y guías del país dando publicidad gratuita a la localidad y otorgándole valor añadido al fomentar el turismo ecológico y de calidad»
La agrupación subraya que la creación de instalaciones es la demanda más insistente del colectivo de autocaravanistas y, en ocasiones, la falta de un área de servicio determina que este tipo de turismo no llegue a los municipios o lugares que carecen de él. «Por muy poco coste y con una muy alta rentabilidad, un área de servicio para autocaravanas es la fórmula ideal, como ya se ha comprobado en Europa, para potenciar el turismo, y por lo tanto aumentar la fuente de ingresos de la localidad donde se asientan. No tiene que suponer un gran coste habilitar una zona tranquila y segura para pernoctar, en la que existan un área con tomas de luz y agua».
Como ejemplo, Santoñeses indica que cada día hay más municipios en Cantabria que están apostando por este tipo de turismo: Santander, Castro-Urdiales, Gornazo, Brañavieja, Cabárceno, Comillas, Hazas de Cesto, Lierganes, Polientes, Bárcena Mayor, Ribamontan al Monte o San Vicente de la Barquera. «El número de plazas oscila de 8 a 30. Algunas son gratuitas y otras cobran por la estancia diaria (en torno a los 10 euros). A partir del segundo día muchas de ellas no pagan estancia pero sí por el uso del resto de servicios: vaciado de aguas, lavado, electricidad etc. (entre 2 y 5 euros)
En crecimiento
El turismo de caravana, sostiene Santoñes en sus propuesta, se encuentra en alza, con un notable crecimiento en la última década a pesar de la crisis económica. Dentro del sector turístico es uno de los menos afectados por ésta. Según recientes estudios, España recibe unas 250.000 caravanas al año (lo que supone más de medio millón de turistas). «Es un turismo sostenible, que busca conocer diferentes culturas, paisajes, naturaleza, patrimonio histórico... y el autocaravanista medio es un turista de clase media-alta, con un nivel cultural alto, con una media de gasto diario de entre 20 a 30 euros por persona. Su presencia puede suponer una forma de aumentar los ingresos para algunos negocios locales».
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