El año 2017 ha empezado muy alborotado, autocaravanisticamente hablando, y es que a las buenas noticias sobre la recuperación del sector, se han sumado las habituales quejas de las asociaciones de empresarios de campings que, probablemente, han enfurecido al ver que el aumento de usuarios de autocaravanas no ha repercutido en sus establecimientos como ellos quisieran. ¿Quizás sea por qué no hay sitio para nosotros entre tanto bungalow? Pero, sin duda, la noticia que más ha recorrido las redes sociales en las últimas semanas ha sido la publicación de la propuesta de “Decreto de campamentos de turismo y otras modalidades de turismo de acampada”, del Consejo de Gobierno del Principado de Asturias, cuya principal novedad es la incorporación de las áreas de autocaravana como nueva tipología de establecimiento turístico.
Mucho se ha escrito sobre esta propuesta de Decreto, en demasiadas ocasiones sin examinar detenidamente el texto, y por ello hemos creído conveniente hacer una pausa para analizar en profundidad lo que el Gobierno de Asturias pretende instaurar. Antes, sin embargo, creemos imprescindible analizar los antecedentes de este tipo de turismo para conocer bien el marco de su publicación.
Dos formas de entender el autocaravanismo
Hemos de remontarnos a los inicios de On Road Magazine, allá por el año 2011, para entender cómo hemos llegado hasta este punto. Por aquel entonces, dos eran los sectores dentro del autocaravanismo que intentaban impulsar nuestra forma de hacer turismo en España, si bien, su concepto de viaje en autocaravana era radicalmente opuesto.
Uno de estos sectores abogaba por la libertad de estacionamiento y pernocta de las autocaravanas, y como resultado de su intenso trabajo se obtuvo la “Instrucción 08-V74 de la Dirección General de Tráfico“, que hoy muchos llevamos en la guantera de la autocaravana, como si de la misma biblia se tratara.
En el polo opuesto, el otro sector creía necesaria la creación de una nueva figura de establecimiento turístico, las “áreas de autocaravanas en tránsito”, que permitiera crear una red amplia de establecimientos que equiparara a nuestro país con paraísos autocaravanistas como Francia o Alemania. Como resultado del arduo trabajo de este grupo apareció el polémico “Decreto 396/2013, de Ordenación de los campings y otras modalidades de turismo en Euskadi”, del cual hablamos en nuestro magazine número 22, y que en la actualidad se ha convertido “incomprensiblemente” en el texto madre que otras comunidades están utilizando para la creación de sus propios Decretos.
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