CAMPERS y AUTOCARAVANISTAS, INDIGNADOS:
¡ NO A LAS PRESIONES DE PROPIETARIOS DE CAMPINGS !
ÁREA MUNICIPAL PARA AUTOCARAVANAS, EN OVIEDO - Imagen:CAPA
El colectivo denuncia que el nuevo modelo aboca al cierre las 30 áreas municipales que funcionan en la región. «Convierte Asturias en una tierra maldita», afirma
S.D.M.
S.D.M.
REDACCIÓN
La reforma del decreto de campamentos y otras modalidades de turismo de acampada ha provocado la indignación del club de autocaravanistas del Principado de Asturias que considera que es un paso atrás. El colectivo denuncia que la propuesta del Gobierno regional atenta contra los derechos de los usuarios de los «vehículos vivienda» y contra su libertad, además de dañar los intereses económicos de la región, al poner cortapisas que espantarán a los viajeros. Su indignación surge porque la Consejería de Economía y Turismo incluye el autocaravanismo como una categoría de la acampada libre, prohibida en la región. Los únicos lugares en los que les permite pernoctar son áreas especializadas de pago, es decir negocios, en los que se pueden descansar, repostar y vaciar las aguas residuales y que deben cumplir con unos requisitos muy concretos. El documento, publicado por LA VOZ, limita la estancia máxima a 48 horas para los vehículos en tránsito. Esto podría implicar el cierre de unos 30 recintos municipales habilitados por ayuntamientos asturianos que han apoyado esta modalidad de viajes.
El club de autocaravanistas acusa al Principado de «descongelar» un decreto muy similar al que dejó aparcado en el año 2014, que chocaba con una resolución de la Junta General del Principado y que contaba con el rechazo frontal de los usuarios de autocaravanas. Ese acuerdo del Parlamento asturiano iba, más bien, en la línea contraria que el nuevo decreto. Exigía que se realizasen cambios legislativos para permitir la pernoctación de autocaravanas sin más limitaciones que las marcadas por las ordenanzas de los diferentes ayuntamientos. El colectivo explica que el entonces consejero, Graciano Torre, descartó la regulación después de que el club se reuniera con él y con los grupos parlamentarios.
Los autocaravanistas vuelven a repetir la misma estrategia para intentar frenar de nuevo el decreto. Están estableciendo contactos con los partidos y con la Federación Asturiana de Concejos (FACC). También reclaman una reunión con el actual consejero, Francisco Blanco, para que conozca de primera manos sus impresiones. Piensan que los ayuntamientos pueden estar de su parte, porque están convencidos de que la regulación del turismo de acampada supone una intromisión en la autonomía municipal, al colisionar con las ordenanzas urbanísticas que permiten el funcionamiento de esos 30 recintos que ya existen y contra las que nadie, en su día, presentó alegaciones.
El club defiende, además, que este modelo de áreas municipales no está generando ningún problema, así que no entiende la razón por la que la Consejería de Economía y Turismo entra a saco para propiciar un cambio radical. «Todo indica que alguien quiere colar un goal al actual consejero que, ´logicamente, no conoce el anterior proceso», sospecha. Aconseja a Blanco que consulte con el director general, que sí estaba en el cargo en la etapa anterior.
Los propietarios de autocaravanas vaticinan consecuencias muy negativas para el sector. Cree que los viajeros de otras comunidades, incluso de otros países, pasarán de largo si se aprueba este decreto, y terminarán en comunidades limítrofes más flexibles y comprensivas con su modo de viajar. «Esto ya ocurrió tiempo atrás, cuando Asturias era la tierra maldita y Galicia, la tierra bendita», ironizan.
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