04.02.2016 | 00:52
Autocaravanas y el siglo pasado
Varios alcaldes y ediles de la Región han iniciado la cruzada conjunta ventilador en mano apuntando a Fomento, Turismo, delegación del Gobierno y a cuanto se mueva para evitar que las autocaravanas estacionen en sus municipios y es que este país de pandereta no deja nunca de dar la nota. Partiendo de que la ley permite estacionar este tipo de vehículos en cualquier parte de la vía pública, sin más restricción que la que impone el código de circulación, sólo a políticos anclados en el siglo pasado se les puede ocurrir intentar resolver por decreto lo que además de ilegal obedece a formatos de clientelismo trasnochado.
Pretender a golpe de Policía Municipal desinformada salvar el negocio del amigo del camping suena raro y es que una familia con niños, circulando con su autocaravana por los pueblos o playas de la Región, pernoctando en alguna zona de costa o interior, comprando souvenirs, gastando en restaurantes, en supermercados y en tiendas, consumiendo sol y sacos de pienso caro para sus mascotas es de un peligro manifiesto para la comunidad regional del que hay que protegerse convocando a cuantas Fuerzas de Seguridad y cuerpos legislativos sea necesario para evitarlo a cualquier precio.
El asunto es que quien ha gastado entre 70 y 150 mil euros en uno de esos cacharros con ruedas, diseñado para mediocres, pobres y tacaños y que está viajando seis meses por Europa o por España, seguramente no dispone de 12 euros para pasar la noche en un camping y eso da a al traste con la economía del sector, como han concluido estos alcaldes avanzados donde los haya. El asunto es que ninguno de ellos se ha preocupado en mirar el problema de fondo cuando lo que sucede es que los camping en España parecen –la mayoría– asentamientos de chabolas en los que da auténtico asco entrar, con unos precios fuera de mercado y unos servicios de pena. Pretender que alguien con su autocaravana de 140 mil se quede en uno de esos antros sólo se le podría ocurrir a alguno de estos políticos que aún piensa que quien tiene una autocaravana es porque no puede tener otra cosa y cree que con órdenes a la Policía va a llenar el camping.
En Francia el censo de autocaravanas es de 228.000 y existen 2.740 áreas de servicio, la mayoría gratuitas gestionadas por ayuntamientos que se preocupan de atraer a los autocaravanistas a sus pueblos y ciudades para alargar sus estancias, que consuman y recorran sus calles y tiendas y por eso también los camping están llenos, además de limpios y cuidados.
En Alemania, con 468.000 autocaravanas censadas ya suponen lo que ocurre, y en España con unas 34.000 y sólo 72 áreas pasa lo único que puede pasar por culpa del sector y de nuestros políticos que siguen creyendo que esto funciona a golpe de decreto después de que han concluido que alemanes o franceses o suecos no han evolucionado y por eso tienen los mayores parques de autocaravanas de Europa y nosotros el mayor censo de pisos vacíos. Les guste más o menos esto es imparable, el parque en España y en Europa no hace más que crecer, muchos ya han visto el negocio y están mejorando y adecuando los camping en sus municipios y habilitando áreas de servicio para pernoctar.
Les recomiendo que les hagan una llamada y les pregunten cómo les va desde que las autocaravanas son bienvenidas en sus municipios, si se quedan desperdigadas o en las áreas de servicio municipales y camping, si consumen y llenan museos y restaurantes o van de perroflautas, lo mismo un nuevo enfoque va a ser lo mejor para estos políticos ocurrentes.