Tras el debate suscitado el pasado pleno sobre las polémicas entre caravanistas y vecinos de Playa Serena, la asociación nacional Las Casitas ha declarado a LA VOZ su deseo de que desde las administraciones “en lugar de alejar este tipo de turismo, la mejor manera es controlar y regularlo con la ley en la mano”. “La mayoría de las caravanas sólo pasan de 24 a 48 horas en las localidades, lo justo para conocerlas, y hay mucho desconocimiento entre los políticos de lo que la ley permite o no”, expresa Santiago Martín, miembro del colectivo de caravanistas.
Martín apuesta así por la ubicación de área de autocaravanas municipal, “como si fuera zona azul, con sus servicios”. “Para todo ello hay una máquina patentada y en funcionamiento en muchas áreas de la geografía española; es decir, sería una forma de aprovechar este turismo y sacar beneficio económico para el municipio”, mantiene.
Una propuesta que también se mencionó en el debate del último pleno celebrado el pasado jueves pero que el alcalde rechazó al considerarlo una inversión de gran magnitud tras recordar que ya existe el Camping de Roquetas, que se encuentra igualmente ubicado en primera línea de playa y con los servicios necesarios para estos turistas.
Sin embargo, el portavoz de Las Casitas insiste en que “para solucionar y regular esta situación, sólo hay que tener ganas de mirar por la ciudad”. Martñin recuerda lo que ya explicó el alcalde en el pleno, que las autocaravanas, “a todos los efectos son vehículos y mientras no trascienda lo que se hace en su interior , podrán estar aparcadas como cualquier otro vehículo”. El miembro del colectivo comenta además que “lo mejor no está siempre en prohibir sino en regular, un área puede ser regulada por horarios y las calles o avenidas reguladas por dimensiones; de esta forma se puede prohibir pero al mismo tiempo dar opciones: lo mejor sería un área municipal regulada con límite de 48 horas y de pago. Considero que se acabaría el problema de las caravanas sueltas y asentamientos”.
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