En vista del trabajo que están desarrollando las asociaciones de ciclistas, no sé si conseguirán algunos de sus objetivos o no, pero la verdad es que me da sana envidia y resulta admirable como se mueve esta gente y lo que están intentado hacer por el colectivo ciclista, ante la Administración del Estado, los grupos parlamentarios y Las Cortes Generales, siguiendo e interviniendo en todos los tramites del proceso con todos los medios que están a su alcance.
Situación muy diferente a las asociaciones autocaravanistas, que desde hace mucho tiempo parece que en este proceso del cambio normativo de la Ley de Seguridad Vial y el RGC, que para bien o para mal, nos va a afectar al futuro de los autocaravanistas en el desarrollo y la práctica de la actividad en nuestro país, estas cosas se las traen al pairo y parece que no se interesan por ello o nadie cuenta o se acuerda ya que existimos.
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