El alcalde anuncia que «elaborará una ordenanza para sancionar esta práctica, que va en aumento»
24.08.12 - 01:45 - ALEXIA SALAS |
La costa murciana se ha convertido en una buena habitación con vistas para las autocaravanas, sobre todo si es gratuita. La instalación de este tipo de casas rodantes ha levantado las quejas de los vecinos y veraneantes de La Manga, donde cada verano desde hace años acampan en primera línea de playa sin autorización. Los vecinos han denunciado la acampada descontrolada de estos vehículos, que llegan a concentrarse en abundante número por las mismas zonas cada año, y provocan molestias a los residentes de alrededor. En concreto, los vecinos se quejan de que los propietarios de las autocaravanas dejan la basura en zonas no autorizadas y aseguran que arrojan las aguas sucias al mar. Señalan incluso que algunos conectan sus vehículos a la corriente eléctrica de las farolas para disponer de luz gratuita. «Mientras los demás pagamos nuestros impuestos por el apartamento o la casa, los dueños de caravanas llegan y se instalan sin permiso en primera línea», critican algunos residentes, que creen además que esta práctica «está perjudicando desde hace años la imagen de La Manga».
La Asociación Regional de Campings, por su parte, ha pedido también al Ayuntamiento de San Javier que tome medidas sobre esta práctica descontrolada que está expresamente prohibida por ley. Según el presidente regional de Campings, Manuel Barón, «la acampada está prohibida en zonas de playa y en zona urbana, aunque se suelen encontrar muchas autocaravanas acampadas en La Manga, en Águilas y en Mazarrón, sin que nadie las desaloje». Para Barón, «la ley considera acampar si duermes en el vehículo o sacas mesa y sillas y abres la parte de atrás, lo cual es evidente en algunas zonas de La Manga, donde se ve que incluso tienen ropa tendida». Para los campings, esta práctica supone una competencia desleal, ya que «a nosotros nos exigen que presentemos datos de viajeros, mientras que una autocaravana por libre no está controlada ni consta a efectos turísticos», destaca Barón.
Por su parte, el alcalde de San Javier, Juan Martínez Pastor, asegura que «no se está actuando sobre este tema con procedimientos sancionadores porque no tenemos ordenanza que regule esta situación de usos de espacios públicos». Afirma que «se trata de un tema que ya se venía produciendo en años anteriores pero que con la crisis parece que prolifera, de modo que lo vamos a regular». El regidor adelanta que en las próximas semana se elaborará el texto de la nueva ordenanza para que se apruebe en uno de los próximos plenos municipales.
Ruidos y pulgas
Por su parte, la Asociación de Propietarios y Vecinos La Manga Norte ha pedido al Ayuntamiento de San Javier que aumente la vigilancia en toda la zona «para atajar las prácticas de usuarios que no respetan las normas ni las leyes», con lo que llaman al entorno de Veneciola «territorio comanche». Se quejan del uso de retroexcavadoras sin licencia para rehabilitar el canal de salida al mar, del aumento de las molestias a causa de las «juergas nocturnas» y de una plaga de pulgas. «Opinamos que hace falta más control y vigilancia, ya que no nos explicamos por qué de los 60 o 70 policías locales, en este territorio nunca hay más de cuatro», indican en uno de los manifiestos que han hecho llegar al alcalde.
Piden un mayor mantenimiento para los canales, según indican «inhabilitados. No se ha dragado en los últimos cincuenta años, no se han conservado los pasillos de servidumbre. Su estado es deprimente», señalan.
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