La ficha técnica los habilita como vehículos-vivienda · Tráfico aduce que las ordenanzas locales no pueden oponerse al reglamento, pero la organización asegura que los camping presionan a los Ayuntamientos
Aunque en España no está tan extendido como en otros países del resto de Europa, el turismo de autocaravana se está popularizando cada vez más. No es raro ver este tipo de vehículos circular por las carreteras de la provincia, sin embargo pocas veces se les puede ver estacionados en medio de la ciudad o de un pueblo. El vicepresidente de la Plataforma Autocaravanas Autónoma (Paca) de ámbito nacional, Miguel Ríos, denuncia que municipios como el de Níjar "no nos dejan aparcar ni pernoctar, incurriendo en un posible delito de prevaricación en favor de los campings".
Ríos va más allá y asegura que "el camping de Cabo de Gata ha hecho requisitorias a la Guardia Civil para que echara de la zona a caravanas aparcadas" en el término municipal. "Quieren que todos vayan a sus instalaciones pero no tenemos por qué".
Enarbola documentos que avalan la legalidad de esta práctica. Hace unos meses solicitó una reunión con el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, para exponerle las dificultades que encuentran los turistas y proponerle apuestas por el fomento de la autocaravana como fuente de ingresos. Industria envió la misiva a Interior para que tuviera en consideración la propuesta que, a su vez, le pasó la 'pelota' a la Dirección General de Tráfico. La respuesta de esta última fue contundente: las autocaravanas, como vehículos pertenientes a la categoría M1, tienen título habilitante como vehículo-vivienda y "en ningún caso podrán las ordenanzas municipales oponerse, alterar, desvirtuar, o inducir a confusión con los preceptos de este reglamento". Así las cosas, un usuario de autocaravana puede pernoctar en su propiedad siempre que "la actividad que se desarrolla en su interior no trascienda al exterior mediante el despliegue de elementos que desborden el perímetro del vehículo tales como tenderetes, toldos...".
Ríos defiende un turismo "mucho más sostenible que otros y muy rentable para las localidades", ya que sus usuarios son, principalmente, personas de nivel medio-alto con poder adquisitivo suficiente para desembolsar los 40.000 euros que se piden, como mínimo, por un vehículo de estas características.
Las raras veces en las que se encuentran problemas con autocaravanistas que despliegan toldos u otros elementos surgen "principalmente por el desconocimiento de algunos turistas que alquilan vehículos sin conocer el reglamento".
Las autocaravanas, concluye, "no representan una competencia desleal con los campings, ya que se trata de un tipo de turismo caracterizado por la itinerancia. Como máximo te quedas dos o tres días en el mismo lugar".
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