Los viajeros se acogen a la legislación y se defienden de las críticas vertidas por los dueños de los 'campings' de la provincia
La polémica está servida. Los conductores de autocaravanas de la provincia han puesto el grito en el cielo tras la declaraciones de algunos de los dueños de los 'campings' de la provincia que aseguran que algunos de estos vehículos pernoctan en zonas no permitidas además de verter sus residuos en la vía pública. Ante esta situación, estos amantes de la libertad a cuatro ruedas afirman que es la legislación la que los ampara. «La ley nos permite aparcar y pernoctar en cualquier zona habilitada para este tipo de turismos. El único objetivo que persiguen estos empresarios es comercial. Muchos de los 'campings' de la provincia no están preparados para acoger autocaravanas. El problema de competencia con nosotros les surge en invierno cuando apenas tienen gente en sus negocios. Sin embargo, en verano somos un estorbo, porque sacan más beneficio de la gente que llega con sus casetas», afirma Tomás Busto Busto, expresidente de la Federación Andaluza de Club Campista, una organización con más de 3.000 socios de los que 850 son dueños de autocaravanas.
Además, estos conductores defienden que siempre aparcan sus turismos en áreas de servicios habilitadas para ello, que según ellos mismos, no abundan en la provincia. Algunas se localizan en Castellar, Sanlúcar o El Bosque, donde existe una zona cerca de la Plaza de Toros que les permite pernoctar de una forma higiénica. «Yo siempre que aparco mi autocarvana en un área de servicio deposito las aguas grises negras- términos que el colectivo utiliza para nombrar a los residuos de la ducha, lavabo y fregadero y restos fecales- en el lugar indicado», subraya José María Moreno, uno de los muchos propietarios de autocaravanas de la provincia.
Este colectivo pretende realizar un llamamiento a las autoridades locales para que les permitan estacionar de forma tranquila, siempre que su vehículo cumpla con las normas establecidas. «Las autoridades suelen darles la razón a los dueños de los camping hasta tal punto que en municipios como Conil tenemos problemas para circular. Solo pedimos que se cumpla le ley y que la policía local nos respete», asegura Busto como representante de este grupo de turistas de clase media alta. Y es que este otros de los puntos que defienden los conductores. «Mi autocaravana me costo 74.000 euros. Las personas que pueden permitirse este gasto son familias de clase media-alta dispuestas a gastar dinero durante sus viajes, así que deberían de cuidarnos más como fuente de ingreso para la provincia», defiende Moreno.
Según ellos, con esta persecución lo único que se consigue es espantar a los dueños de autocaravanas extranjeros que ven Andalucía como un territorio pésimo para circular. «La imagen que tienen los europeos es de maltrato a las autocaravanas en Andalucía», culmina Busto.
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