El Ayuntamiento mantiene la idea de acercar al centro la estación inaugurada en 2006 en el Camino de los Pinos
21.08.12 - 02:09 -
Un entorno mejor acondicionado, proximidad al núcleo urbano, y un acceso directo (o rápido) desde las carreteras principales que llegan hasta Miranda. Son los tres factores esenciales que el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento tiene en cuenta de cara a la apertura de una estación de servicio para autocaravanas que pudiera bien complementar la actual, bien sustituirla. La idea aún se está madurando, no existe un calendario concreto, y surge como proyecto en el contexto menos oportuno, con la contabilidad municipal en situación de rompan filas y un margen de inversión prácticamente testimonial. «Tenemos esa idea y queremos ponerla en marcha, pero todo depende de la disponibilidad económica», reconoció ayer el responsable del área.
Gustavo Modino planteó como «posible» un emplazamiento próximo a la carretera de Logroño y al acceso que desemboca en ésta de la travesía de la N-1 -el conocido como vial de penetración del Polígono Industrial de Bayas-. «En su momento ya se barajó la posibilidad de que un servicio de estas características pudiera prestarse en el entorno del parque Alcalde Emiliano Bajo, una zona nueva y próxima también al centro urbano». La opción, que se puso sobre la mesa hace ya seis años, coincidiendo con el estreno de la estación de servicio del Camino de los Pinos, se mantiene viva.
Fue el 9 de septiembre de 2006 cuando se puso en marcha una dotación muy básica que nacía como la única de la N-1 entre Miranda y Burgos. Aquella jornada, 200 autocaravanas arroparon el nacimiento de este servicio. El coste planteado, apenas 1.800 euros, era un fiel reflejo de lo que se ofertaba: una plataforma de hormigón de 8 por 4 metros, con desagüe para aguas grises y váteres químicos, así como una fuente de agua potable.
La nueva vía de servicio requeriría un desembolso económico mayor «pero tampoco tendría que ser muy elevado. El problema radica en la disponibilidad económica», incide Modino, dejando entrever que en el contexto actual se imponen nuevas prioridades. La estructura del Camino de Los Pinos surgió con el objetivo de recibir en torno a 1.500 vehículos al año, planteando para los usuarios un tiempo máximo de estancia que no debe rebasar las 48 horas. No existen datos concretos sobre los flujos, al menos oficiales. Porque, en realidad, el papel de Medio Ambiente se limita a la realización de trabajos menores de mantenimiento de forma más o menos regular. Dado que el puesto de Miranda no tiene la condición de aparcamiento, sino de centro para abastecerse, la vigilancia es puntual, lo mismo que las distintas labores de conservación.
Pero no se ha puesto el celo suficiente. No, al menos, si se tienen en cuenta las críticas que algunos usuarios han dejado en Internet. «Está abandonada, apartada, sin vigilancia, una pena»; «está muy sucio y no se puede pasar una noche allí (cerca de la carretera), solo se puede vaciar las aguas grises y llenar el agua». Son solo dos opiniones extractadas de www.areasac.es y www.campingsalon.com, dos portales de referencia para los amantes de esta opción de ocio y vacaciones sobre ruedas.
Zona «no idónea»
Recientemente UPyD Miranda de Ebro se hacía eco de éstas y otras consideraciones para sustentar sus críticas a la gestión municipal de un punto de servicio que, en 2006, el entonces concejal, José María Santamarta, entendía iba a dar un espaldarazo turístico a la ciudad. Fue él quien planteó por primera vez la sugerencia de trasladar este puesto «a la ampliación de Ronda del Ferrocarril, frente al monolito, porque nos parece más interesante que esté en el centro de la ciudad». La condición que se puso es que llegara a tener una respuesta importante de los caravanistas.
Y si, como parece, no se ha convertido en un lugar de referencia debe achacarse, según UPyD, a que la zona actual no es «la idónea. Está llena de baches, con barro, sin contenedores para tirar la basura (solo hay dos medios bidones para depositarla), por supuesto, sin contenedores para reciclar, sin delimitar las plazas, sin apenas luz por la noche y apartado de cualquier centro de seguridad». Se considera, por tanto, que «es una oportunidad desaprovechada». Aportan, en este sentido, un dato de respaldo: «Algunos días ha habido hasta 14 autocaravanas llegadas desde diferentes puntos de España, pero también de Europa (Alemania, Francia, Reino Unido o Países Bajos).
Su recomendación, el emplazamiento alternativo que pone sobre la mesa, estaría muy alejado del que el Ayuntamiento mantendría como opción. La formación política hace referencia a «una zona redonda que hay al final de la calle Riberas del Ebro, en el Polígono de Las Californias». Se resalta de este lugar, el hecho de estar asfaltado, «con facilidad para poner tomas de agua, de desaguado y de luz». Pero, además, al encontrarse próxima a varios centros comerciales «es un lugar bastante transitado con diversos negocios» y, por tanto, servicios.
Pero no se ve del mismo modo desde el Ayuntamiento. Modino considera que esa propuesta «no sería» la más conveniente. Primero porque «se refiere a un lugar que está aún más alejada del centro que el actual». Pero incide, sobre todo, en que el espacio planteado tiene ya un uso. Se trata de una plataforma de amplio diámetro -sus dimensiones son similares a las de la rotonda de la carretera de Bilbao más próxima- ideada para facilitar el giro de los camiones articulados de gran tonelaje que realizan servicios de transporte con las empresas del polígono y las propias áreas comerciales.
Hoy se descartaría también la posibilidad de -lógicamente, mejorando las condiciones ofertadas- cobrar una tarifa reducida a los caravanistas (en torno a 5 euros) como sucede en otros puestos de la geografía española. «Eso sería más complicado porque se exigiría habilitar una fórmula para realizar el cobro»; la contratación de personal o el establecimiento de un sistema automático que, en cualquier caso, «incrementaría los costes de mantenimiento».
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