Los empresarios piden ayuda a los Consistorios para sofocar el problema del estacionamiento prolongado de estos vehículos en la calle
Ya está aquí la primavera y con ella, las escapas de fin de semana para tomar el sol y disfrutar del paraje que brinda la provincia gaditana. Es el momento de abrir caja para los camping de la sierra y de la costa, negocios que brindan al turista la oportunidad de viajar al mínimo coste, pero sin que ello afecte a la calidad. José Antonio Santos, Carlos Jover y José María Rodríguez son tres propietarios de camping de la costa de la provincia que apuestan firmemente por el sector como fuente vital para la economía de la comarca y que pueden presumir de tener una ocupación del 70% en pleno invierno en los espacio naturales que dirigen.
El sector propone a estos viajeros la posibilidad de llegar a un acuerdo
para rebajar el precio de su estancia en fechas claves
O. CHAMORRO
Un resultado muy positivo que ahora buscan que se traslade también a los campamentos de la sierra, para así completar la oferta turística del sector de la caseta de campaña. «Nos planteamos una buena temporada, dentro del esfuerzo que estamos haciendo para ofrecer las mejores instalaciones higiénicas y sanitarias». Hoy, tenemos que echarle imaginación a nuestras propuestas e ir a buscar al cliente», apunta Rodríguez, quien además de regentar el campamento de los Caños de Meca, es el representante del sector a nivel provincial.
Y es que estos empresarios cuentan con la ventaja de que el servicio que ofertan tiene un público amplio. Es ahí donde ven su fuerte. «Trabajamos con todo el mundo, jóvenes, clase media, amantes de la naturaleza y ahora, uno de nuestros principales objetivos es hacer llegar nuestras instalaciones a la tercera edad», apunta el empresario de los Caños. A nuestros negocios acude gente que ama la naturaleza. Un matrimonio puede pasar un mes en uno de nuestros campamentos por 300 euros y además contar con todas las comodidades. Es todo lo que puede ofrecer un hotel, pero en un mundo diferente», afirma José Antonio Santos, director del Camping de Valdevaqueros de Tarifa. El viajero encuentra a una familia tras la barrera de cada uno de estos negocios, un grupo de personas dispuesta a abrirle los brazos de su hogar y satisfacer todas su necesidades. «Nuestro corazón es tan grande que la gente se sienta como en casa», señala el presidente de los camping gaditanos.
No obstante, en todas las familias hay problemas, y en esta es el estacionamiento de caravanas en la vía pública, una práctica cada vez más extendida entre los turistas, se está convirtiendo en una amenaza para el sector que ha visto mermado su público con esta alternativa que no está contemplada en ninguna ley de urbanismo. «Nosotros pedimos la colaboración a las administraciones para acabar con el problema de autocaravanas que se alojan en aparcamientos de grandes superficies», señala el representante del sector. Esta práctica supone un cáncer para el sector que ve mermada su afluencia de público. «Es injusto ver justo al lado de tu negocio cien autocaravanas estacionadas y contar tres clientes en tu camping», denuncia José María Rodríguez.
Pero no solo se trata de un tema económico, los empresarios acusan esta práctica ilegal como un peligro para la seguridad vial y la higiene, ya que muchos de estos vehículos vierten sus residuos a la calle y no se controla quien viaja dentro de ellos. «Nos gustaría llegar a un acuerdo con estas personas para que entiendan que tiene que entrar en nuestros camping por higiene, por seguridad y por garantizar una imagen a la provincia», subraya el presidente.
«Necesitamos reunirnos los ayuntamientos, la policía, los guardias forestales, Horeca y los presidentes de los camping de Cádiz para buscar una vía de escape», añade Santos.
Este es el objetivo a corto plazo de los representantes provinciales de los camping gaditanos. Los propietarios ven predisposición por parte de las administraciones para sofocar esta amenaza, pero acusan la lentitud de la gestión y la falta de una fuerte campaña publicitaria que exporte sus servicios ala exterior. «Vemos que hay voluntad para solucionar esta plaga, pero si notamos la falta de coordinación entre las diferentes administraciones», concluye el empresario de Tarifa. En definitiva, un problema que obstaculiza la expansión de una de las principales bombas de oxígeno del turismo rural y que exige una solución.
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