La legislación turística es muy restrictiva en España, pero solo parece aplicarse a los establecimientos y no a los visitantes. De eso se quejan muchos dueños de campings de la zona, que han sufrido una mala temporada, pero han visto como las autocaravanas ocupaban la primera línea de playa con el aparente pasividad del los ayuntamientos.
La ley establece que este tipo de vehículos solo pueden pasar una noche, o incluso dos, en un lugar si no hay un camping próximo. En Muxía hay tres establecimientos de este tipo, pero las autocaravanas se concentraron este verano en Nemiña, en una finca particular al lado del bar. El dueño del terreno, de unos 2.000 metros cuadrados, cobraba dos euros por día. También las hubo en el puerto.
Los lugares preferidos para instalar el campamento son los arenales y los muelles, siempre cerca del mar. En Malpica estaba junto a las casetas de los armadores. El dueño del camping Sisargas, Ramiro Facal, denunció esta situación a la Guardia Civil y el Ayuntamiento, pero allí siguieron. En este caso también había un establecimiento adecuado para acoger las caravanas a unos pocos kilómetros.
Lo mismo sucede en las playas de Razo y Caión, que concentran especialmente a surfistas. Vicente Cambón, de Os Delfíns, señala que conocen las leyes y que se mueven constantemente de un lugar a otro para eludirlas.
No ocurre igual en Soesto o Traba de Laxe, donde se tiene constancia de la presencia de las mismas autocaravanas durante un mes, con familias enteras acompañadas de animales domésticos y un montaje que permite una estancia de semanas. No es lo más corriente, pero sí es normal que estén al menos una semana.
En el caso de Traba los improvisados campistas utilizan los servicios destinados a los bañistas para mantener su higiene personal o lavar los cacharros de la comida.
No se tiene constancia de problemas especiales de limpieza o salud pública, pero es verdad que se ha tenido que incrementar la recogida de basura en determinados puntos.
En el municipio de Ponteceso, las caravanas se han concentrado en la zona del puerto que hay junto al arenal de Balarés y también se las ha podido ver en distintos puntos de la costa de Camariñas.
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