Cartas al Director. Por Pedro Ansorena Antón
La sociedad moderna quizás en busca de un mejor aprovechamiento del tiempo libre cada vez promueve nuevos medios, que le permitan disfrutar de este. Una de las modalidades de los nuevos tiempos más en alza para hacer turismo y que cada vez gana más adeptos, es el viajar en una autocaravana. Cualquiera que viaje por nuestras carreteras o se dé una vuelta por cualquier ciudad o espacio turístico, notará de inmediato la presencia, cada vez más activa, de las autocaravanas.
Por ello y dándose cuenta de la realidad en la que vivimos y para dar respuesta a esta nueva forma de hacer turismo, la gran mayoría de ciudades limítrofes con Cantabria han creado algún incentivo para tratar de acoger esta nueva forma de turismo. La Coruña, Pontevedra, Lugo, Orense, León, Valladolid, Palencia, Vitoria, Bilbao, San Sebastián y otros casi dos centenares de municipios en España, al igual que los más de 10.000 existentes en la Unión Europea, creando espacios de estacionamiento señalizados próximos a los centros turísticos a visitar, con un tiempo limitado a 48 horas, con servicios de carga y descarga, llamados áreas de servicio para autocaravanas, algunos de pago, por lo cual los ayuntamientos, aparte de captar a estos nada despreciables turistas y ofrecerles un servicio, amortiza la inversión.
Es incomprensible que una ciudad como la de Santander, que parece vive de cuerpo y alma de cara al turismo, dé la espalda a esta nueva forma y se quede, frente a otros municipios, en el vagón de cola.
Desde el año 2003, diversos autocaravanistas hemos mantenido reuniones con algunos responsables del Consistorio santanderino, ofreciendo ayuda y mostrándoles documentación y argumentos más que suficientes para, al igual que nuestros vecinos, haber solucionado de una vez por todas este asunto, pero parece que, no se por qué extraña razón o motivos, el Ayuntamiento de Santander a pesar de lo evidente, solo ha seguido despreciando a estos turistas, incrementando el acoso y aumentando el número de señales de prohibición en toda la ciudad contra las autocaravanas.
¿Hasta cuándo estos señores van a seguir dando la espalda a esta realidad turística?.