El Ayuntamiento de Santiago habilitará en Salgueiriños un área para que las autocaravanas puedan surtirse de agua de la traída y depositar las residuales. Se trata de una vieja demanda de la Asociación Galega de Autocaravanas y, según su presidente, Manuel Gil, servirá para atraer a la ciudad más turismo de esta modalidad. Será el primer punto de estas características que tenga la capital y estará disponible a finales del próximo mes en uno de los extremos del aparcamiento de Salgueriños después de una inversión de 16.000 euros y otros 4.000 para la señalización oportuna en la ciudad para que los autocaravanistas lo ubiquen.
Esta área tendrá capacidad para dar servicio simultáneo a dos vehículos, aunque según el concejal responsable de Transportes, Albino Vázquez, en quince minutos pueden resolver el servicio que precisen. La dotación de esta área requiere una actuación sencilla: «Só é poñer unha billa e un sumidoiro», afirma Gil, quien ayer acompañó a Vázquez en la presentación de esta iniciativa.
Sin acampar
Las autocaravanas tendrán la posibilidad de estacionar en Salgueiriños también para que sus ocupantes puedan visitar la ciudad. Pero solo aparcar, no podrán desplegar fuera ni sillas ni toldos, porque esta es una zona de estacionamiento, no de acampada, de estadía. Para eso hay lugares acondicionados, según Manuel Gil. El precio que les supondrá el aparcamiento y este servicio está sin fijar, pero se situará entre los 5 y los 10 euros, afirma Vázquez, quien apuntó que en Salgueiriños han aparcado este año unas 750 autocaravanas, más del doble de las 300 del pasado año.
El concejal de Transportes confirmó también ayer que su departamento está estudiando un posible cambio en la ordenanza que regula la carga y descarga, que en el casco viejo «non resulta funcional». Raxoi quiere rebajar en la medida de lo posible el volumen de vehículos que diariamente acceden a este ámbito -donde anteayer un camión de reparto causó serios daños a la fuente de Cervantes-, a través de una mejor coordinación entre los transportistas y sus clienes, así como revisar la ubicación de algunos puntos destinados a esa función «que non cremos que estean nos puntos axeitados».
El Concello compostelano está valorando el coste de la reparación de dicha fuente, que en principio podría rondar los 14.000 euros, según la concejala de Urbanismo, María Pardo, «aunque de momento non se sabe con certeza».
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